lunes, 12 de diciembre de 2011

Los partidos de extrema derecha deben ilegalizarse

“Yo entiendo a Hitler aunque comprendo que hizo cosas equivocadas”. Estas son las palabras que pronunció el cineasta danés Lars von Trier durante la conferencia de prensa del Festival de Cannes de mayo de este año. Declaración que llevó a la organización del Festival de cine a considerarle persona “non grata” por utilizar el festival para hacer “declaraciones inaceptables, intolerantes, contrarias a los ideales de humanidad y generosidad que forman parte del espíritu del Festival”, según dicha organización.
Sin embargo, el artículo 19 de la Declaración Universal de la Derechos Humanos sostiene que “todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones”. El cineasta se disculpó por sus palabras y señaló en una entrevista en el periódico israelí Haaretz que “como persona y artista es capaz de imaginarse en la situación en la que los nazis se encontraron”.
Ahora bien, ¿cómo dibujar la frontera entre la libertad de expresión y la discriminación? Lo primero es diferenciar entre la libertad de expresión a título personal e individual y la opinión que corresponde a un partido político o a una organización. Es precisamente esta sútil diferencia la que debe tenerse en cuenta. No es lo mismo que un individuo anónimo cuestione el holocausto a que lo cuestione un político porque el impacto y la incidencia del político en la sociedad es mucho mayor. Por eso debe existir un mecanismo eficaz que regule y condene los discursos racistas y discriminatorios para que discursos como el que pronunció Duran i Lleida durante una entrevista concedida a Los desayunos de TVE: “me preocupa que nazcan más Mohameds que Jordis” no queden impunes.
El fiscal especial de delitos contra el odio de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar, señaló en una entrevista online en El País que bajo ningún concepto se puede permitir que la libertad de expresión encierre discursos discriminatorios por razones de raza, origen, orientación sexual o culto. Sin embargo siguen existiendo partidos políticos que detrás de su legalidad esconden hostilidad y odio hacia otros grupos. Según Aguilar, “sólo es delito: difunfir mensajes o discursos entre la población que objetivamente pongan en peligro a personas o colectivos por motivos discriminatorios”.
Recordemos que el lema de Plataforma per Catalunya es :“Primer els de casa”. Está claro que su líder, Josep Anglada, no está a favor de la igualdad. Y lo dice sin tapujos en una entrevista para El Mundo: "Un moro siempre será un moro. En Vic, en Catalunya, en China o en Japón. Nunca será español ni catalán". Definitivamente, partidos políticos con una ideología de extrema derecha y cuyos líderes discriminan a un colectivo de la sociedad en particular deben ser ilegalizados. No se puede incitar al odio de un grupo alegando que es libertad de expresión.

miércoles, 19 de mayo de 2010

El velo en boca de todos

No puedo mantenerme pasiva ante el comentario de una amiga al colgarle un artículo en favor del velo titulado: EL velo sensual de Ernesto Ayala- Dip. Si cuelgo este artículo es precisamente porque no creo que se deba prohibir el velo afirmando que es una práctica machista. Las personas que están en contra de los velos alegan que ¡las mujeres musulmanas que lo llevan son unas sumisas! “Que se lo ponen porque su padre o marido se lo exige” como tradición y como respeto al Islam. Ahora bien, no creo que siempre sea así dado que se ven muchas mujeres que con su velo combinan prendas al puro modelo occidental que, en ningún caso, podrían llevar si fuesen unas sumisas de su religión. No hay más que pasearse por las calles de Londres para ver a muchas mujeres con velo, pero con faldas y pantalones que cualquier otra chica europea llevaría también.
Cuando nuestra sociedad habla de prohibir el velo me parece que van en contra, como bien dice Ernerto Ayala-Dip, del mismo principio democrático que es la libertad de culto. Acaso, ¿prohibimos a ciertas mujeres u hombres a que lleven rosarios en el pecho?
El problema tal vez radica en que se equipara el velo con el burka. Pero no se puede comparar el hiyad con el burka puesto que éste último es una prenda que tapa absolutamente todo el cuerpo de la mujer y que sólo la deja ver a través de una pequeña rejilla. El burka esconde a la persona; la mujer está, pues, aislada de la sociedad porque no hay contacto posible ya que a duras penas se le ven los ojos. El burka sí que es peligroso puesto que le quitas libertad a la mujer. El velo, sin embargo es un elemento más dentro de una religión. Las mujeres que lo llevan hablan de “fe” o de “sentimiento” entre otros términos. Nunca he oído a una mujer vestida con un burka que diga que lo lleva “porque quiero”. No obstante he oído a ciertas mujeres que afirman que llevan velo “por fe” y no porque sus padres le obliguen. Yo creo en la libertad del individuo; eso sí, la libertad de uno acaba cuando ataca o invade la libertad del prójimo. Así ¿por qué prohibir el velo en los institutos y universidades si no afecta a la libertad de los otros estudiantes? Yo misma he llevado muchas veces una cinta/ fular que cubre parte de mi pelo y no por ello me han prohibido la entrada al colegio. Leí en un artículo que una profesora de Sociología del Género en la Universidad de la Coruña decía que el pañuelo aísla. Sin embargo, el problema no creo que sea tanto que el pañuelo aísla, sino que tememos lo que es diferente y por ello no apartamos; aíslando así a toda persona distinta a nosotros. Si muchas familias musulmanas vienen de sus países respectivos a Europa y, en particular, a España, es precisamente por la libertad que galardeamos. ¿Cómo podemos promulgar libertad si después prohibimos todo aquello que la sustenta?
Lo que intento decir es que hemos llegado a un punto en el que todo se prohibe. La sociedad occidental quiere homogenizar el mundo. Poco a poco se van instaurando leyes que prohiben conductas con el fin de convertir todo lo diferente en algo parecido. ¿Por qué no podemos apoyar la diferencia, la diversidad, lo heterogeneo, y aprender de ello?
Pues sí, estoy a favor del velo si eso es lo que eligen las mujeres. Y no, no estoy a favor del burka puesto que esconde a la mujer y la elimina como persona ya que le impide el contacto con el otro.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Incomprensible

 

“Piden 16 años para el padre de una de las niñas de Alcàsser por calumniar a jueces”. Los medios de hoy informaban de este hecho; información que me ha hecho reaccionar. El caso es que Fernando García, padre de Miriam, una de las tres niñas de Alcàsser asesinadas en 1992, se enfrenta a una pena de 16 años de cárcel por descalificar e injuriar al fiscal, a los forenses y a los tres magistrados del tribunal en un programa de Canal Nou (televisión pública valenciana). El juicio por calumnias e injurias se celebrará el próximo lunes 17 de noviembre. Juicio en el que no están exentos de condena, su abogado Juan Ignacio Blanco, la presentadora Amalia Garrigós del programa emitido por Canal Nou y el director de esta televisión pública, Ferrán Pérez, para quienes el fiscal pide sendas penas de 4 años de prisión.  ¿Acaso no es normal que el padre de una de las niñas pida justicia por el crimen?

  Cierto es que Fernando García tachó el juicio del triple asesinato, en el programa titulado “El juicio de Alcàsser”, como “un circo basado en un sumario hecho de errores”. Acusó, además, a los forenses de no haber sido rigurosos en su trabajo, tratándolos de “ineptos”; y asegurando que habían “hecho cosas delictivas”.  Ahora bien, ¿cómo debería reaccionar un padre que ve que hay unas pruebas que no son investigadas a fondo para resolver el caso? Así es, demasiadas casualidades para una “versión oficial”. Tras la desaparición de las tres adolescentes de entre catorce y quince años se hizo una investigación que no llevó a nada. Pero el 27 de enero del 2009 se encontraron los cuerpos semienterrados de las tres niñas en un paraje de difícil acceso, conocido como “La Romana” (Valencia). Esa misma noche se detenía a dos sospechosos, Miguel Ricart y Antonio Anglès, éste último, sin embargo, escapó de la policía. Aún hoy sigue en paradero desconocido. En marzo del 93, en base a las supuestas confesiones del único detenido, Miguel Ricart, se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato. Entonces, ¿cómo se explica la información que revela la segunda autopsia y los análisis de ADN de los pelos púbicos? Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla confirmó tras la segunda autopsia que las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables, y que al menos siete personas intervinieron en las violaciones y torturas. Y Ángel Carracedo, director del conocido Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Santiago de Compostela aseguró que ninguno de los pelos púbicos hayados  pertenecía a Miguel Ricart. Lo sorprendente de la historia es que pese a tener esta información, el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, Enrique Beltrán, ocultó los datos –muy relevantes en el juicio- a favor de la versión de los forenses “oficiales”. ¿Por qué el Tribunal Supremo, poco después, dio cerrado el caso para la Justicia cuando siempre ha aceptado los análisis de AND como válidos para continuar con las investigaciones? ¿Es, pues, condenable el hecho de que el padre de una de la niñas quiera saber el porqué de las mentiras? Acaso, ¿no es natural –propio del ser humano- que este hombre sienta rabia contra los jueces y los fiscales que han cerrado el caso sin investigar más profundamente? En mi opinión, es totalmente comprensible que un hombre quiera descubrir lo que realmente le ha ocurrido a su hija, y por lo tanto, quienes son los culpables de su muerte. Si el hombre ve como su esfuerzo por saber la “verdad” es aniquilado frente a las teorías de la justicia española, es justificable que quiera arremeter contra los jueces que han llevado el caso.

 Parte de la opinión pública considera que Fernando García, padre de Miriam, ha intentado lucrarse por ir a algunas televisiones a denunciar lo que había pasado en las investigaciones y en el juicio. Pero, ¿realmente creen que ha ido a ciertos programas televisivos con el fin de ganar dinero? O, por lo contrario, ¿es una forma de luchar contra la Justicia dando a concocer a los españoles las irregularidades del caso?

  Ahora sólo queda esperar el juicio, y sobre todo, esperar que la Justicia sea justa y democrática. Porque una ley que condena a un año a un maltratador y condena a 16 años a un padre que lucha por la verdad, no es una ley justa.

  

jueves, 22 de mayo de 2008

"El monstruo"


Tras la hospitalización de una chica de 19 años, Kerstin, en un hospital de Amstetten (a unos 100 kilómetros de Viena, Austria) el pasado 19 de abril, la policía local descubre la doble vida de Josef Fritzl. En 1984, el austriaco Josef Fritzl secuestró a su hija Elisabeth de 18 años, y la encerró en el mismo sótano de su casa. El mundo entero conoce ya las barbaridades y las atrocidades que este hombre de 73 años cometió durante 24 años a su hija. La violó sistemáticamente durante el cautiverio de donde salieron siete hijos- nietos, de los cuales tres vivían con los abuelos, Josef Fritzl y Rosemarie, su mujer.

Los medios lo han bautizado como “el monstruo de Amstetten”. Pero, ¿monstruo no es aquel que no es humano?  Así es; los medios han caracterizado a Fritzl como un ser que no pertenece a la especie humana. Ahora bien, Fritzl es un hombre, por eso me pregunto por qué tanta insistencia en pensar que no lo es. ¿Para intentar justificar sus actos tal vez?

Parece que los medios de comunicación y la opinión pública en general creen que algo tan atroz no pueda ser obra de un ser humano. Sin embargo la historia nos ha enseñado a fuerza de golpes –entendiendo por golpes las guerras, los genocidios y demás- que los hombres pueden llegar a ser malvados sin estar locos, es decir sin padecer ninguna enfermedad mental. El neuropsiquiatra Fernández Liria escribió para El País: “empezamos a querer ver enfermos mentales donde sólo hay malvados y acabamos viendo malvados donde sólo hay enfermos mentales”. Recordemos, además, que apenas unos días antes del terrible descubrimiento, Fritzl parecía el típico señor mayor. Sus vecinos aseguran que era un hombre atento y educado; y que en ningún momento sospecharon nada raro. De hecho su mujer, Rosemarie, ha afirmado repetidamente a todos los medios internacionales que no sabía nada de nada. Fritzl con extremada cautela y con toda su conciencia elaboró una desaparición perfecta. Justo cuando su hija Elizabeth, con tan sólo 18 años, quería irse de casa, Fritzl la secuestró afirmando que la joven se había adherido a una secta. Lo hizo con la seguridad de no levantar sospechas. Durante los 24 años que la tuvo encerrada en el zulo, el terrible hombre se las maquinó para comprar las necesidades básicas de su hija y de sus otros tres hijos- nietos que estaban también encerrados; siempre sin levantar sospecha. ¿Acaso un enfermo mental puede mantener una doble vida sin que nadie de su alrededor se percate? La respuesta parece obvia: un enfermo mental no podría hacerlo. Por eso Fritzl no puede ser culpado como un loco.

"Mi deseo de mantener relaciones con Elisabeth era cada vez más fuerte […]Yo sabía que ella no quería que le hiciera esto. Sabía que le estaba haciendo daño. Pero era como una adicción. Quería tener hijos con Elisabeth". Estas son algunas de las palabras que Fritzl pronunció tras ser interrogado. Y admite claramente que “sabía que le estaba haciendo daño”; es decir que distinguía perfectamente entre el Bien y el Mal a diferencia de un enfermo; y sin embargo siguió con su tortura más de dos décadas.

El crimen ha dejado estupefacto a millones de personas. La mayoría se refiere a Fritzl como un “monstruo”. ¿Será por la rareza, es decir por lo sorprendente del caso? En realidad no sé si es por la rareza o por el miedo a pensar que dentro de nosotros hay potencialidades malas.

Dicho de otra manera, creo que es importante saber que todo ser humano tiene capacidad de hacer el mal, y no sólo un monstruo. Así, estamos lejos de la concepción que Rousseau tenía de la sociedad: aquella en la que todos los hombres pueden vivir sin leyes, sin normas porque el hombre quiere lo mejor para la comunidad. Está comprobado que muchas personas con conciencia y con educación no quieren lo mejor para el prójimo. Por esta misma razón hay que contemplar la posibilidad de que, como decía Fritz Lang, dentro de cada uno de nosotros pueda haber un asesino.

martes, 1 de abril de 2008

Un "arte" salvaje


  Abro mi correo, y ante mi sorpresa leo un e-mail en el que se dice que Guillermo Vargas, un costarricense que se hace llamar artísticamente Habacuc, hizo una exposición en la que ató a un perro vagabundo a una cuerda. Durante la exposición que duró días, el perro no fue alimentado ni cuidado por lo que acabó muriendo de sed y de tristeza.
  ¿Es esto una forma de arte? ¿Si atamos a un hombre durante semanas a una cuerda también sigue siendo arte? La respuesta parece obvia. No. No es arte. Es tortura psicológica y física.
  Ahora bien, resulta que este hombre ha sido invitado por la Bienal Centroamericana de Arte de Honduras este 2008 para que exponga lo que según él es "libertad creativa". Entonces, ¿matar a un perro es creatividad?
  Supuestamente los artistas son aquellos que deben reflexionar sobre la vida para mostrar tanto los aspectos buenos como los malos. Cierto es que en el mundo existen torturas, violaciones, injusticias y demás crueldades humanas. Pero no creo que sea necesario forzar estas situaciones para mostrarlas en vivo en una exposición. Eso es precisamente lo que hizo Guillermo Vargas: mató a un perro para que el público viera lo mezquina que puede llegar a ser la vida. ¿Acaso es necesario matar a alguien para demostrarlo?
  Por eso frente a tal tortura yo me pregunto cómo aún hoy, en pleno siglo XXI, continúan existiendo individuos que feliciten estos actos. ¿Cómo puede un hombre quedarse apático frente a la muerte de un ser? Porque todo animal es un ser viviente que sufre, al igual que las personas. ¿Al hombre le gusta agonizar? No. Entonces, ¿por qué dejar agonizar un perro ante las miradas de miles de ciudadanos? No logro entender cómo  ninguna de las miles de personas que fueron a ver la exposición dijo nada, cómo no denunciaron tal aberración.
  El caso de Guillermo Vargas como dijo Rosa Montero en uno de sus artículos abre la "cuestión de lo moral". ¿Dónde queda la filosofía de Kant, aquella que dice: "respeta al prójimo para que éste te respete a ti"? El concepto de moralidad implica el respeto de ciertas prohibiciones. Está prohibido acabar con la libertad de otro. De este modo, la libertad de uno acaba cuando interfiere en la libertad de otro ser vivo. Guillermo Vargas no respetó esta prohibición.
  Este terrible suceso ha sido considerado inmoral por muchas personas, por eso está llegando a miles y miles de ciudadanos por una campaña internacional de recogida de firmas para que este hombre llamado "artista" no acuda a la Bienal Centroamericana de Honduras. Porque no se puede felicitar a alguien que priva la vida a un ser.
  Sin embargo no vasta con mirar al autor de este "arte" salvaje, d porque para que una exposición tenga éxito requiere de muchos individuos; éstos igual de culpables que Guillermo Vargas.
  
  

miércoles, 12 de marzo de 2008

Mucho color


  Bollywood- The Show nace del los múltiples viajes que Toby Gough, autor y director del musical, ha hecho a lo largo de sus proyectos humanitarios. “The Merchant of Bollywood” es una producción que sabe convinar la danza, la música y el teatro.

  Partiendo del deseo de un hombre ( Shantilak, el último de la dinastía Merchant), que perdure la danza de los dioses, empieza un espectáculo lleno de color. Con sólo una estatua de un Buda en el escenario, varios bailarines se unen al compás de la música clásica hindú formando con sus prensas coloridas un auténtico culto. Pero lejos de ser musical monótono, el espectáculo da un giro cuando la protagonista del musical y nieta de Shantilak, Ayesha, decide abandonar su tierra para convertirse en la coreógrafa de los modernos filmes de Bollywood.

  A partir de aquí empiezan una serie de escenas en las que la música y los bailes dejan de ser los tradicionales. La gran industria de Bollywood se ha sumado a la globalización, y las danzas folklóricas se transforman en bailes vanguardistas. Un vestuario provocador, una música estridente y un ritmo imparable son los elementos que caracterizan estos bailes.

  Ayesha temerosa de que no quede nadie que perpetúe la tradición familiar vuelve a su pueblo en los desiertos de Rajasthan donde hará que la danza de los dioses y los nuevos estilos occidentales de danza sean compatibles.

  Los artistas a lo largo del show muestran su increíble capacidad de baile. Camuflados bajo las muy diferentes prendas, los bailarines se mueven al unísimo gracias a la precisión de sus movimientos. El musical concluye con la combinación armoniosa de los ritmos tradicionales hindúes y los temas musicales de más éxito de los filmes de Bollywood. Pero Bollywood- The Show descata sobre todo por su vitalidad, por su color.

domingo, 9 de marzo de 2008

¿Te gusta la política?

  Muchas son las veces que he escuchado esta pregunta. No sé si es exactamente la pregunta adecuada porque gustarme, lo que el verbo "gustar" significa, no me gusta. Porque siendo sinceros, ¿a quién le gusta la política? Cierto es que a los políticos algo les debe gustar o deben sentir alguna motivación, sino no ejercerían como tal, pero sinceramente creo que incluso ellos están hartos. ¿Acaso a las personas les gusta recibir críticas e insultos? Lo de las críticas es lo de menos, puesto que toda persona segura de sí misma acepta las críticas que sea. De esta forma, se podría decir que la política no me gusta porque está llena de promesas falsas, rencores y rumores.
  Sin embargo, creo que el hecho de que no te guste la política no implica que no te intereses lo más mínimo por ella, porque al fin y al cabo nuestro país depende fundamentalmente de los políticos que gobiernan. Con esto quiero decir que a uno le tiene que interesar la política para saber cuál de los partidos le gusta más, cuál de ellos es el más racional y, por supuesto, justo. De esta forma la persona podrá elegir algo que le guste independientemente de si gana o pierde. Si por lo contrario uno no muestra interés alguno y se abstiene, puede, sin quererlo, darle más fuerza a un partido que precisamente no le guste o no le convenga en absoluto. La abstención no significa nada. A decir verdad significa el desinterés por la política, pero ¿sirve de algo? Efectivamente el ciudadano que no vota no está ejerciendo su derecho como tal. Sin embargo no pasa lo mismo con el que vota en blanco, puesto que éste sí que está ejerciendo su derecho; el que vota en blanco está formulando su desacuerdo con los partidos que se presentan.
  Así pues es necesario prestar atención en política. Y fijarse bien en los aspectos implícitos de cada programa puesto que pueden ocurrir desgracias en el peor de los casos como ocurrió en 1933 cuando Hitler ganó el poder.